viernes, 17 de octubre de 2008

UN FUTBOLISTA DE CRISTO

Para muchos periodistas y analistas deportivos, Kaká es considerado el mejor jugador del mundo, por sobre Ronaldinho y Messi. Su fuerza y lucidez en la cancha son asombrosas. Pero, si bien es cierto a un deportista se le debe medir por su actitud en la cancha, no deja de llamar la atención el comportamiento de este brasileño fuera de ella: un muchacho sano, ejemplar, cariñoso, querendón de su familia, buen amigo, alejado de la farándula y los trasnoches. Realmente un ejemplo de persona para todo el mundo: niños, jóvenes y ancianos. Su pública confesión de ser un hijo de Dios, nacido de nuevo por la fe en Jesús y lleno del Espíritu Santo (según sus propias palabras) no pasa inadvertida para los medios, especialmente cuando, en las ocasiones más propicias (como en el partido por la copa mundial de clubes, al convertir el gol de la victoria, dejó al descubierto su polera blanca con la inscripción: YO PERTENEZCO A JESUS (I belong to Jesus).Gracias a Dios por estos ejemplos de vida, que en el mismo país del Carnaval, de los trasvestis y del Sida, pueda germinar un árbol tan lleno de frutos para la gloria del Señor.




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